Reseña del libro: Juicio Final.
- Espinoza Lázaro Dulce María
- 16 abr 2015
- 5 Min. de lectura

“Cuando uno busca algo con la certeza de que va a encontrarlo, es muy probable que lo encuentre. Aunque no sea lo que realmente buscaba”, es un cita que podremos encontrar dentro de Juicio Final y una a mi opinión que define el carácter central de cada personaje.
Juicio Final nos embarca en un proceso de la búsqueda de la verdad, donde intervienen los criterios profesionales como personales, nos resalta el problema esencial de las personas: el actuar sin pensar ni medir las consecuencias. Nos recuerda que no todo lo que escuchamos, así sea por la persona más conocida o por la que con más seguridad lo exprese, es verdad. Es un viaje dentro de la mente de dos personajes principales: Matthew Cowart y Tanny Brown.
El primero, periodista reconocido del Miami Journal, con un divorcio y una adorable hija como historial familiar; y con un serio problema de obsesión por el reconocimiento en su trabajo, situación que lo coloca en un aprieto más adelante. Es un personaje el cual mantiene una serie de pesadillas causadas por los artículos que tuvo que escribir de crímenes que necesito observar en primera persona, situación la cual le da un realismo un tanto macabro a éste personaje. El autor dentro de ésta figura quiso recordarnos aquella parte de nosotros que siempre busca el reconocimiento en su desempeño laboral, académico que sería nuestro caso, y el cómo sacrificamos nuestra propia vida personal en busca del reconocimiento, que quizás, al final, no sea lo que esperábamos o que traiga consecuencias más grandes.
Todo comienza con una carta de un recluso: Robert Earl Ferguson, el cual, se declara inocente de un crimen por el que fue acusado, Matthew, en busca de una buena noticia que escribir y de poder ocupar su mente en otra cosa que no fuese la reciente noticia del embarazo de su actual ex esposa, decide atender al llamado de auxilio. Todo comienza con la intriga de querer saber si realmente es verdad lo que el recluso dice y si es así,
poder ayudarle, ya que se encuentra en la lista de espera para ocupar momentáneamente la silla eléctrica.
Nuestro segundo personaje: Tanny Brown, policía del condado de Escambia, responsable del arresto del supuesto inocente, con dos hijas en casa y un trabajo que lo ocupa a tiempo completo al igual que Matthew, nos presenta el lado de la justicia que a veces puede ser visto de mala manera ante todos, pero que de otra forma, no hubiera sido concretada. Podemos visualizar dentro de él a esa parte específica de nosotros que busca muchas veces tener la razón a toda costa, esa parte testaruda que seguimos en momentos donde nuestras emociones se encuentran a flor de piel y que en algunas veces seguimos hasta las últimas instancias hasta satisfacerla.
Como es de suponerse Katzenbach no solo nos presenta dos personajes principales, si no, una serie de ellos, donde cada uno de ellos nos representa un componente de nuestra personalidad, desde el instinto de cuestionar todo y encontrar una causa a todos los problemas, así como el arrebato de salvajismo que tenemos al dejarnos llevar por nuestros más puros sentimientos hasta liberarlos sin prever lo que ocurrirá en el después. Aunque he de agregar que los personajes femeninos podrían haber dado un poco más de juego, pero sin duda, algunas fueron usadas acertadamente en específicas situaciones. El mundo de los presos es una de las cosas que más me llamó la atención, el de los policías buenos/malos también es algo que juega mucha participación durante la trama.
El autor nos enfrasca en la osadía que llevan a cabo nuestros dos personajes, antes mencionados, en busca de cerrar un caso que fue reabierto por mentes siniestras dentro del reclusorio, nos recuerda todas las partes oscuras de la mente: lo retorcidas, frías y calculadoras que pueden se éstas mismas; así mismo, nos recuerda que muchas veces, aunque lo intentemos de todos los medios, necesitamos más de dos manos para resolver un problema que nosotros creamos.
Cuando comencé a leer el libro me encontré en la situación de cuestionarme cualquier diálogo mínimo de todos los personajes que se presentaban en la escena, en busca de un culpable, de intentar descifrar lo que pasaría después, pero, como conocerán las personas que han podido tener un libro de éste autor en sus manos: la trama se encuentra llena de giros interesantes, así mismo, como situaciones donde coloca esa delgada línea entre el bien y el mal cada vez menos definida. Algo que podemos encontrar al enfrascarnos en la lectura es que, nosotros crecemos con el personaje, iniciamos con personas distintas y muy enfrascadas en sus problemas y nos encontramos al final a personas que aprendieron los errores de cada uno y la forma de corregirlos.
Juicio Final es una lectura que se encuentra establecida en dos partes, la primera mitad, viene siendo esa parte a la que muchos les gustaría saltarse: investigaciones, interrogatorios, juicios, etc.; pero que sin duda es indispensable para engancharnos, y como lo mencioné antes: Katzenbach, es un buen escritor, ya que maneja un texto sin muchas palabras atiborradas logrando el objetivo de hacernos más agradable la primera parte. La segunda mitad, a mi gusto, ha sido lo que más me atrapo y que si no fuera por el final, uno que para mi gusto fue insípido y con muchos cabos sueltos, podría definirse como una obra de arte.
En múltiples ocasiones vemos como el autor recurre al tema del racismo (ya que el acusado es negro y contra quien cometió el crimen es blanco), lo cual es una situación que hace cada vez más consistente la posibilidad de que verdaderamente Ferguson sea inocente. El autor maneja el suspenso y la tensión durante toda la trama, lo que hace atrapante y atractiva la lectura, la manera en como da vida a los personajes, darles forma, vida misma dentro de cada página es algo que me ha llegado mucho, por lo cual creo que es una lectura muy recomendable para cualquier persona.
Lo que más me ha gustado de esta obra son los conflictos morales a los que se tienen que enfrentar los personajes, son en sí una delicia el saborear cada una de las sensaciones que cruzan por cada una de sus mentes.
Juicio Final es mi primer libro que tuve la fortuna de leer de John Katzenbach, la razón de su elección fue la recomendación de otro libro escrito por el mismo autor: “El psicoanalista”, el cual hubiera sido sencillo leerlo antes que éste, pero al ser muy reconocido preferí conocer al autor desde otra obra y no de la que más se le halaga, aunque al parecer, aun siendo otra, es tan bueno o quizás mejor como me lo habían comentado. No puedo decir que Juicio Final es un libro perfecto de principio a fin, ya que como comenté antes, presenta un final que, al menos en lo personal, me dejó deseosa de más, de otro final, de otro desenlace o de al menos unas 10 páginas más para sentir que realmente concluyo la obra.
Sin duda es un libro que recomiendo, así mismo como extiendo la invitación a que después de gozarlo se den una oportunidad para mirar la película basada en él, llamada: “Caso justo”.
Espero que mi opinión sea lo suficientemente influenciante y escasamente reveladora para invitarlos a leer éste libro y sin más concluyo mi opinión con mi segunda cita favorita de éste libro: “Di la verdad y serás castigado, miente y se hará justicia”.
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